Cinque Terre son pueblos costeros en la Riviera italiana, son famosos por sus casitas de colores y por estar rodeados de terrazas de viñedos.

La mayoría tienen porticones en las ventanas y puertos espectaculares.
Son cinco pueblos lo que lo componen: Monterrosso, Vernazza, Manarola, Corniglia y Riomaggiore.

Es una escapada ideal para dos días si llegáis al aeropuerto de Genova o de Pisa.

Estos cinco pueblos nos robaron el corazón, son preciosos. Podéis aprovechar para bañaros en sus playas, hacer senderismo o disfrutar de las vistazas de cada uno de ellos.

Consejo:

Para ver Cinque Terre lo mejor es que os alojéis en la Spezia ya que tiene súper buena comunicación en tren con cualquiera de los cinco pueblos.

Además, es donde se encuentra mayor oferta hotelera ¡y al mejor precio!

¡No os podéis ir de Cinque Terre sin probar una de sus paperinas de pescado frito! Las veréis en cada uno de los pueblos y están irresistibles.

A continuación os contamos que ver en cada pueblecito.

Monterosso al mare

Es el pueblo más llano y grande de los cinco, tuvimos la suerte de poderlo visitar durante la fiesta del limón de mayo 2024 y todos los bares estaban decorados con limones y vendían productos hechos a base de limón.
Es muy bonito pasear por el puerto con las vistas de las casas de colores pero adentrarte por el pueblo es aún más bonito, lo recomendamos un montón.
También es el pueblo que tiene la playa más larga y accesible para el baño.

Es el único pueblo que dispone de ascensor en la estación de tren, lo que lo hace el más accesible de todos.

Playa de Monterosso al Mare

Vernazza

El puerto es más espectacular que el anterior.
Nosotros visitamos dos miradores, justo en la vía Roma encontraréis dos caminos con escaleras, uno en cada lado.
Uno va dirección Corniglia y otro dirección Monterosso, los dos miradores son preciosos y valen la pena, desde los dos tienes vistas a la torre Doria y al pueblo. En el segundo, te piden la cinque terre card, ya que forma parte del sendero trekking.

El puerto es muy accesible, habiendo cafeterías y bares en los que poder refrescarse.

Sendero de Vernazza a Monterosso

Riomaggiore

El pueblo tiene muchas cuestas, si queréis pasear por dentro tenéis que hacer piernas pero sin dudarlo vale la pena.
El puerto es precioso lo mires desde la perspectiva que lo mires, destaca por sus casas en tonos rojizos. No os podéis perder la zona del embarcadero, para nosotros es nuestro pueblo favorito.

El puerto es más escarpado lo que hace que tenga un acceso más complicado.

Embarcadero de Riomaggiore

Corniglia

A nosotros es el pueblo que menos nos gustó de todos.
Al salir de la estación de tren tienes que subir más de 300 escaleras para llegar hasta el pueblo, para ahórratelas, también puedes coger un bus que te lleva hasta la parte del pueblo.
Este pueblo no es como el resto ya que no tiene un puerto.
Nosotros paseamos por las estrechas y empinadas calles del pueblo y empezamos un pequeño camino hasta Vernazza para ver uno de sus miradores con las casitas de colores y la vegetación de terrazas de viñedos que se encuentra en los alrededores del pueblo.

Vistas desde el sendero hasta Vernazza

Manarola

Este pueblo también tiene un puerto espectacular, nos quedamos enamorados.

En el pueblo hay bastantes altibajos.

Nosotros hicimos un trozo del sendero hasta Corniglia hasta llegar al mirador de Manarola Overlock point.

A lo largo del sendero vimos algún bar con vistazas.

Manarola Overlock Point